Por Emiliano Damonte Taborda
Lección, la solidéz parlamentaria se debe buscar en el consenso y las urnas y no en los favores de mercenarios políticos; al sistema le gustan los Edgardo Kueider, el entrerriano se transformó en la toalla con la que todos buscan limpiarse el culo sucio (le da paz por unos días a Alberto), el tema es qué hacer después con él; el kirchnerismo, acérrimo opositor de Ficha Limpia y rápido de reflejos, busca purificar el contaminado cuerpo legislativo con la expulsión del entrerriano, lo que representaría una doble derrota para el oficialismo; da un poco de asco tratar de explicar tanta podredumbre.
Rápidos para los mandados
El kirchnerismo pidió una sesión especial para este jueves para decidir la exclusión del Senado del legislador entrerriano. El Senador Kueider no había obtenido la prisión domiciliaria en un complejo de lujo de Ciudad del Este, que Cristina ya estaba mandando a su cuzco Mayans a mover el avispero. Es que la oportunidad de recuperar una banca en este momento es concreta y evidente. Una de las macanas es que Kueider preside la Comisión de Asuntos Constitucionales del cuerpo, puesto por Milei por lo que puta caso pudiera ocurrir, y es justamente esta comisión la que debería tratar el asunto. Esto enturbia y podría entorpecer el asalto por la recuperación de la banca del kirchnerismo, por lo que el bloque que conduce José Mayans (Formosa) necesitará recorrer el camino de reunir los incómodos y tan difíciles dos tercios para forzar el tratamiento sobre tablas de la iniciativa, y lo mismo deberá obtener para excluir al Senador bagayero del Senado. Todo muy difícil y poco probable.
Intersante cuestión moral
Interesante (aunque por nada del mundo incomodará a esta gente acostumbrada a limpiarse las partes con las cuestiones morales) será verlos discutir sobre destituciones y motivos para excluir, sobre causas judiciales y otras yerbas. Pedirán la expulsión de Kueider los mismos tipos que le negaron quorum a ficha limpia, y será interesante ver qué posición asumirán los que se hicieron los giles desde el oficialismo. Es casi evidente que lo moralmente adecuado sería expulsar al Senador Kueider, pero esto dejaría al kirchnerismo con un voto doble en el Senado, ya que se lo quitaría al oficialismo. A ese punto, ¿qué van a votar los que hablaban de dejar de lado lo coyuntural y pensar en el largo plazo solo una semana atrás? Dejamos el tema en las sabias manos de nuestros representantes.
Kueider es peronista y un oportunista libertario
Kueider parece portador de algún oscuro mal contagioso que nadie quiere pescarse. Nadie se hace cargo del monstruo y parece ideal para ensuciar a rivales, pero la verdad es bastante sencilla. Kueider es un peronista entrerriano de pura cepa, hombre de confianza del ex Gobernador Bordet que después de acceder al Senado con el Frente de Todos se abrió, y hoy forma parte del bloque Unidad Federal junto con Carlos Espínola (ex Frente de Todos) y Alejandra Vigo (ex Hacemos por Córdoba/ peronismo cordóbés). El muchacho es peronista hasta la manija, pero encontró un negocio mucho más interesante en un minibloque mucho más personalizado, que ofrece apoyos de manera menos dogmática y seguramente más rentable. Es un Peronista disidente, socio parlamentario del Gobierno de Javier Milei. Nada tán difícil de entender.
La debilidad parlamentaria de LLA
La pasmosa debilidad parlamentaria de la gestión de Milei y cuestiones puramente de mercado como el concepto de "escacéz", le dieron al entrerriano la posibilidad de brillar y ser determinante. Milei compró, sabe Dios cómo y a que precio, el favor del desprolijo concordiense que terminó siendo el "peor es nada" de LLA en el parlamento, y que hoy le muestra al Gobierno que la solidéz parlamentaria que necesita, la debe buscar en el consenso y las urnas y no en los favores de mercenarios políticos.
Salutación
Da un poco de tristeza ponerse a buscar explicaciones para estos procesos que exponen de manera tan clara toda la porquería más obscena del sistema. Será interesante el debate que presenciaremos en los próximos días y podría ser una bella oportunidad para observar a los actores por dentro, una importante oportunidad para el uso de nuestro espíritu crítico, más allá de inclinaciones políticas y conveniencias. Se trata de un tema que ya había resuelto Hammurabi hace 3800 años. ¿El que roba tiene que ir en cana o no? Imaginate ser presidente, parlamentario o juez...
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