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Foto del escritorEmiliano Damonte

Cambio de paradigma: el Gobierno busca que las distribuidoras compren su propio gas para cubrir el pico de consumo invernal

En un cambio completo de paradigma, la Secretaría de Energía quiere que Enarsa deje de absorber la casi totalidad del costo de abastecimiento de gas durante los meses de frío. La cartera de Eduardo Rodríguez Chirillo busca empezar a trasladar ese costo sobre los actores privados del mercado. En palabras simples lo que se busca es que cada uno pague lo que usa y hacer claridad sobre un sistema que se encuentra aún plagado de acuerdos poco claros y prácticas desordenadas de compensación que solo perjudican al Estado



Edgardo Rodríguez Chirillo, Secretario de Energía de la Nación
Edgardo Rodríguez Chirillo, Secretario de Energía de la Nación


Marcando el camino

La estatal Enarsa realizó este martes la primera subasta para revender a las distribuidoras el Gas Natural Licuado (GNL) importado para cubrir el pico de consumo residencial que se registra durante los meses de frío. Si bien el concurso —que se realizó bajo el paraguas del Mercado Electrónico del Gas (MEGSA), una plataforma controlada por la Bolsa de Comercio porteña— terminó desierto porque las empresas gasíferas desistieron de participar en desacuerdo con las condiciones económicas definidas en el pliego, la medida impulsada por la Secretaría de Energía buscó transmitir que los privados —no sólo las distribuidoras, sino también las comercializadoras y los grandes usuarios— deberán contratar su propio gas para garantizarse por su cuenta el suministro de gas durante el invierno. Por eso, la de ayer fue tan sólo la primera subasta de otras que vendrán en los próximos meses, según indicaron fuentes privadas citadas por el medio especializado EconoJournal.


La cartera que dirige Eduardo Rodríguez Chirillo apunta a descargar lo más posible el costo del gas importado (primero del GNL adquirido por Enarsa para la terminal de Escobar, pero luego podría incluirse el gas importado desde Bolivia) en los actores privados del mercado de gas (con excepción de los productores). Energía quiere terminar con una inercia que viene de años, que en los hechos consiste en que el GNL adquirido por Enarsa termina siendo consumido por distribuidoras, comercializadoras e industrias sin control ni contractualización alguna. Por eso, es común que todos los inviernos se registren importantes desbalances (una empresa toma del sistema de transporte más gas del que tiene efectivamente contratado) que complican la operatividad del sistema.


Un caos rentable para todos menos para el Estado

Por eso, la nueva gestión de Enarsa, que encabeza Juan Carlos Doncel Jones, y la conducción de la Secretaría de Energía quiere que, de manera gradual, el costo del gas importado —dos o tres veces más caro que el producido localmente— sea incorporado como una variable más que deben gestionar los privados. En rigor, el gobierno quiere que Enarsa deje de absorber —a través de subsidios que paga el Tesoro— casi todo el costo de abastecimiento de gas de invierno, como sucede desde hace 15 años.  


“Es cierto que cuando llegan los días de frío el GNL importado por Enarsa termina siendo consumido sin control por industrias, comercializadoras y distribuidoras. De hecho, como el gas es fungible y fluye por el sistema, recién se puede saber a posteriori qué empresa demandó más gas del que tenía contratado”, explicó un directivo de una productora de gas.


Fuente: EconoJournal


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