El llamado a sesiones extraordinarias termina siendo bienvenido por muchos motivos. Uno es que pone a laburar en verano al parlamento por segundo año consecutivo, lo que no deja de ser algo bien recibido; por otro lado se mete en algunos temas que la sociedad viene reclamando hace rato, como la eliminación de las PASO y algunas modificaciones al Código Procesal Penal que sin dudas son necesarias. Hasta incluye una versión remake de Ficha Limpia, a la que no se le dio quórum a fin de año; pero esconde la omisión del tratamiento del presupuesto, y dos caballitos de Troya que se paran ahí, poniendo cara de giles, esperando pasar en la volada: los pliegos de Lijo y Mansilla, como quien no quiere la cosa.
Es bienvenida la sabia decisión de Milei de no meter a los dos jueces de prepo, por decreto, como probablemente hubiera hecho el primer Milei, aquel que a fin de 2023 había tirado aquella mega ley de bases arriba de la mesa. Hoy, más caminado, empieza a aprender algo que el kirchnerismo siempre manejó muy bien: usar todo el ancho de la cancha, y si no pasa, un poquito más también. Entonces en lugar de apurarse y firmar un decreto el 1 de enero para el delirio de la tropa y el horror de los socialdemócratas, llama a laburar al Parlamento sacándolo de la comodidad de la carpa, y tira al ruedo un mix muy bien balanceado de leyes que responden a las quejas de la clase que opina, como la eliminación de las PASO (dictada por el más elemental sentido común), algunas reformas al CPP y la discusión de Ficha Limpia, que con su frustrado tratamiento de fin de año habia terminado tiñendo de color Casta a propios y ajenos. Detrás de todo eso, de traje y con una carpetita, bajo el sol abrazador de la ahora liberada Plaza Lavalle, allí donde el astro rey parece ensañarse con la humanidad, están parados los jueces federales Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, esperando que les den el OK para tomar un lugar en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Eso ahora depende del Senado.
El preferido de la Casta
Parece que el problema real no es Lijo, o si. Porque en realidad Lijo es un tipo con muy buenos vínculos con la política. Si, el candidato que postula Milei es al mismo tiempo un tributo a la Casta y un elemento que a priori podría ser manejable (un Oyarbide más heavy y mejor ubicado), por lo enchastrado que tiene el CV.
Un bello ejemplo de por qué el Juez Federal Ariel Lijo es tan querido por la clase política: el ilustre magistrado tuvo a lo largo de sus 19 años como juez federal titular un total de 89 causas de corrupción. Casi un tercio de estos expedientes (26) continúa en etapa de instrucción –la fase liminar de cualquier proceso de investigación– y la mitad de ellas permanece en este estado hace 10 años o más.
Dentro de este universo sobresale una causa por administración infiel que lleva más de 25 años en su juzgado y tiene como procesado a Edmundo Ruckauf, (ex jefe de Obra Social para el personal del Ministerio de Economía y primo del exgobernador bonaerense, Carlos Ruckauf) y a otras 11 personas como imputadas.
Para muestra, a veces, sobra un botón. Pero tengo varias más si alguien me las pide, solo que sino esta nota se transforma en un prontuario.
Los radicales se muestran de acuerdo con la llegada de Lijo a la Corte, el PRO parece dispuesto a hacerlo pasar. De los que cuentan, solo los peronistas le ponen alguna traba, pero esto porque ven la oportunidad de meter a alguna “jueza amiga” y, si fuera posible, poner sobre la mesa la discusión del número de jueces del supremo tribunal. Esto último es un viejo delirio de Cristina. La señora de Kirchner sueña una Corte Suprema con su poder licuefacto por el mayor número de integrantes que la imaginación permita concebir; qué se yo, 24, 48. Por qué no 46.000.000, como sugirió hace algunos años, aún en el ápice de su poder, cuando amagó con lanzar el bolazo de la democratización de la Justicia. Divide y reinarás, y lo sabe, aunque no siempre le ha salido bien.
García Mansilla no le gusta a nadie. Eso lo hace más interesante, pero su perfíl de Director Ejecutivo de la Cámara de empresas petroleras no lo pinta como a un soldado de las Instituciones de la República. Disculpen que exponga de este modo mis prejuicios, pero se sabe que El Aguijón no es pudoroso en estos campos. Ojo, si no le gusta a la clase política, al menos me llama la atención.
No se trata el presupuesto
En 2010 se acusaba al Macrismo de haber dejado sin presupuesto a Cristina, era la primera vez desde 1983 que esto sucedía. Esa vez la estrategia fue no darle quórum al oficialismo. Pasaron algunos años y llegó el momento en el que levantando la mano, el Congreso le votó en contra un presupuesto a Alberto Fernández y fue un hito histórico. Nunca había pasado antes y muchos se rasgaron las democráticas vestiduras. Mientras tanto, siendo ya fin de año, el Gobierno del en ese entonces Frente de Todos, brindaba con alivio. Es que gobernar sin presupuesto es simplemente gobernar con absoluta discrecionalidad. ¿Qué más querían? ¿Qué más quiere Javo? ¿Por qué se creen que no aparece el presupuesto en la lista de proyectos para las extraordinarias de este año? ¡Es que gobernar sin presupuesto está bueno! El Presupuesto es un instrumento de control al servicio del Parlamento, y los que se joden no son quienes gobiernan, sino quienes deberían ejercer la oposición, y sobre todo se jode la institucionalidad, porque al final se trata de eso todo este berenjenal.
Conclusiones extraordinarias
En medio de un montón de cosas interesantes y válidas, nos están metiendo dos o tres misiles que apuntan a la fortaleza de nuestras instituciones. Nos quieren “prepear” con dos jueces para la Corte que no quiere nadie y cuyos avales son mucho más que dudosos, y ya nos pintaron la cara con el Presupuesto. Nosotros tranquilos, total la inflación no supera el 36% anual con los últimos guarismos, una bicoca. Por eso, atenti, y que por lo menos se note que nos damos cuenta.
Mientras tanto…incomodidad, espíritu crítico, acidez estomacal, que se les rompa el sillón, el banquito o la reposera (siendo verano que se les vuele la sombrilla), les auguro dolor de ancas e inflamación del ciático para que no se queden tranquilamente sentados en los miedos del pasado, los relatos del presente y las promesas del futuro, y más que nunca: solidaridad, empatía, respeto por la dificultad del otro, generosidad y paciencia, espíritu crítico que más no se pueda, ojos abiertos y equilibrio emocional, les augura El Aguijón.
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