Surge espontánea la pregunta. ¿A quién perjudican estos paros? ¿Cuánto le garpa a esa masa indefinida en la que se ha transformado el Peronismo post kirchnerista la presencia de Pablo Moyano? ¿Cómo percibe la gente la amenaza de “paralizar” el país? La ley de Bases es un exámen fundamental; la designación de Lijo a la Corte sería la unción de Milei como miembro de "la casta"
Sindicalismo descubierto
El paro es una medida desesperada de un sindicalismo que se siente descubierto. Sus caras no son las caras del enojo del trabajador, sino las de quien no sabe como seguir sosteniendo el engaño. Ya nadie cree que los sindicatos representen a los trabajadores y es difícil encontrar trabajadores que expresen que se sienten tutelados por sus representantes sindicales. En algún momento fui respetuoso de una representación sindical honesta e incluso combativa, pero ni bien entré en el mundo del trabajo hace 33 años, comprendí que esa gente estaba cuidando otros intereses que sólo muy de vez en cuando coincidían con los míos.
Por eso digo que la medida de fuerza de mañana es una medida desesperada de una clase que ve amenazada la continuidad de su existencia tal como ha venido siendo desde hace décadas. Si el paro de transportes de mañana es débil será una derrota oprobiosa que le dará la razón a quienes sostienen que los trabajadores no se sienten representados por la clase sindical; pero sí en cambio el paro es un éxito y logran paralizar el país merced a la fuerza que todavía mantienen en su mundo de extorsión y violencia, entonces es muy probable que el descrédito que los cubre de manera cada vez más sostenida en los últimos tiempos, se acentúe profundamente. El horno no está para bollos Pablo Moyano, pero tu propio relato y la naturaleza del personaje que éste construyó, te impide hacer otra cosa.
El que avisa no traiciona, dice el dicho; no avisar tampoco es traicionar, es sorprender; traicionar, en cambio, es convencerte de que estoy a tu lado para luego venderte a cambio de privilegios, dinero, propiedades y poder. Si a alguien le suena a sindicalismo, yo no tengo la culpa.
Discurso a medida en tiempo real
Milei inventa un discurso mesiánico tomando nota de las reacciones que le acercan sus mecanismos de recolección de datos. Redes sociales, audiencia, encuestas, le van tirando info que le sirve para ir moldeando un discurso casi en tiempo real y que ya dio muestras de funcionar. Cuando se le complicó la bocha con las Prepagas recogió el guante y montó un operativo mediático para sacarse de encima el asunto y endilgarle la responsabilidad a un Belocopit vampirizado como símbolo de toda una categoría. Esto lo hizo incluso contra su propio discurso; ni Guillermo Moreno hubiera castigado con tanta dureza verbal a los “malditos empresarios sedientos de ganancias”. Es muy elástico, no tiene problemas en contradecirse porque su electorado es indulgente y variopinto, un poco como el peronismo y sobre todo está asqueado de Moyanos, de Massas, de Cristinas. El tren fantasma es fundamental en este tramo, y Pablito le mete un paro de transporte que amenaza con paralizar al país.
El otro gran tema pendiente es el intento de licuar la Corte Suprema metiendo a Lijo como caballo de troya de Mansilla y viceversa. La idea es restarle poder a Rosatti. Esa sería unción de Milei como miembro de la Casta, y podría verificarse en un futuro cercano.
Salutación
Mientras, se discute lo único verdaderamente importante que podría alcanzar un Gobierno que hasta ahora no ha tenido verdaderas victorias. La discusión en el Senado marcará un antes y un después, podría ser la graduación política de la gestión de Milei, que por ahora no ha sido mucho más que un equipo de campaña tratando de convertirse en Gobierno y un Ministro de Economía.
La inflación cede ante una economía estrangulada, habrá que ver como se reanima al paciente y en cuanto tiempo, y para eso será fundamental una cierta solidez política. Ojo con el gas, se los recuerdo, que aumentó fuerte y se va a empezar a sentir el mes próximo. No compremos a cualquier precio, hoy se puede buscar y encontrar algo que no haya aumentado demasiado o incluso que haya bajado. Si no aprovechamos los beneficios de la quasi-recesión que estamos viviendo…
Solidaridad, empatía, respeto por la dificultad del otro, generosidad y paciencia, espíritu crítico que más no se pueda, ojos abiertos y equilibrio emocional, les augura El Aguijón.
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